Tras el cáncer de piel, el cáncer de mama es uno de los más diagnosticados a nivel mundial. En el caso de España, y según datos recogidos por el Sistema Europeo de Información del Cáncer (ECIS), en 2020 diagnosticaron un total de 34.088 nuevos casos; el 30% del total de cánceres diagnosticados en mujeres eran de mama.
Según las últimas investigaciones, este cáncer representa la principal causa de muerte por tumores malignos en mujeres en nuestro país. Es por ello que conocer cuáles son los primeros síntomas de cáncer de mama puede llevar a salvar vidas. Aplicar un tratamiento de forma temprana puede lograr frenar el avance e impacto de la enfermedad, por lo que acudir a un especialista ante cualquiera de sus síntomas será clave.
¿En qué consiste el cáncer de mama y cuáles son sus primeros síntomas?
El cáncer de mama es un tipo de cáncer que se origina en las células de las mamas cuando éstas comienzan a crecer de forma anormal, dividiéndose más rápido que las células sanas y acumulándose en bultos o tumores.
En el caso de que estas células no solo se concentren en la mama se producirá la metástasis, que es el proceso en el que las células cancerígenas se diseminan hacia los ganglios linfáticos o hacia otras partes del cuerpo.
Pese a la creencia popular, este cáncer no está asociado únicamente a las mujeres, existiendo también casos de hombres que han desarrollado cáncer de mama. No obstante, su frecuencia sigue siendo más baja.
Posibles factores de riesgo
Respecto al origen del crecimiento de células tumorales, los investigadores han llegado a identificar factores hormonales, de estilo de vida y ambientales que pueden aumentar las probabilidades de desarrollarlo. Sin embargo, estos no son determinantes y presentarlos no tiene por qué suponer que vaya a desarrollarse un cáncer de mama. Existen factores de riesgo que podemos modificar o corregir, sin embargo hay otros que no:
Factores de riesgo que no podemos modificar:
- Hacerse mayor. El riesgo de cáncer de mama aumenta con la edad. La mayoría de los cánceres de mama se diagnostican después de los 50 años de edad.
- Mutaciones genéticas. Las mujeres que han heredado cambios (mutaciones) heredados en ciertos genes, tales como en el BRCA1 y el BRCA2, tienen mayor riesgo de presentar cáncer de mama y de ovario.
- Historial reproductivo. El comienzo de la menstruación antes de los 12 años de edad y de la menopausia después de los 55 años de edad exponen a las mujeres a hormonas por más tiempo, lo cual aumenta el riesgo de cáncer de mama.
- Tener mamas densas. Las mamas densas tienen más tejido conjuntivo que tejido adiposo, lo cual, a veces, puede hacer difícil la detección de tumores en una mamografía. Las mujeres con mamas densas tienen más probabilidades de tener cáncer de mama.
- Antecedentes personales de cáncer de mama o ciertas enfermedades de las mamas que no son cancerosas. Las mujeres que han tenido cáncer de mama tienen mayores probabilidades de tener esta enfermedad por segunda vez. Algunas enfermedades de las mamas que no son cancerosas, como la hiperplasia atípica están asociadas a un mayor riesgo de tener cáncer de mama.
- Antecedentes familiares de cáncer de mama o cáncer de ovario. El riesgo de una mujer de tener cáncer de mama es mayor si su madre, una hermana o una hija (parientes de primer grado) o varios integrantes de la familia por el lado paterno o materno han tenido cáncer de mama o cáncer de ovario. Tener un pariente de primer grado de sexo masculino con cáncer de mama también aumenta el riesgo para la mujer.
- Tratamientos previos con radioterapia. Las mujeres que han recibido radioterapia en el pecho o las mamas antes de los 30 años de edad (por ejemplo, para el tratamiento del linfoma de Hodgkin) tienen un riesgo mayor de presentar cáncer de mama más adelante en la vida.
- Exposición al medicamento dietilestilbestrol. Dietilestilbestrol se administró a algunas mujeres embarazadas en los Estados Unidos entre los años 1940 y 1971 para prevenir el aborto espontáneo. Las mujeres que tomaron dietilestilbestrol, o cuyas madres tomaron dietilestilbestrol cuando estaban embarazadas de ellas, tienen un mayor riesgo de tener cáncer de mama.
Factores de riesgo que podemos modificar:
- No mantenerse físicamente activa. Las mujeres que no se mantienen físicamente activas tienen un mayor riesgo de tener cáncer de mama. Mantenerse físicamente activa puede ayudar a reducir el riesgo de presentar cáncer de mama.
- Tener sobrepeso u obesidad después de la menopausia. Las mujeres mayores que tienen sobrepeso u obesidad tienen mayor riesgo de tener cáncer de mama que las que tienen un peso saludable.
- Tomar hormonas. Algunas formas de terapia de reemplazo hormonal (aquellas que incluyen tanto estrógeno como progesterona) que se toman durante la menopausia pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama si se toman por más de cinco años.
- Ciertos anticonceptivos orales (píldoras anticonceptivas) aumentan el riesgo de cáncer de mama también.
- Historial reproductivo. Quedar embarazada por primera vez después de los 30 años de edad, no amamantando y nunca tener un embarazo que llegue a término puede aumentar el riesgo de cáncer de mama.
- Tomar alcohol. Algunos estudios muestran que el riesgo de la mujer de tener cáncer de mama aumenta cuanto mayor sea la cantidad de alcohol que tome.
- Las investigaciones sugieren que otros factores, tales como el tabaquismo, la exposición a sustancias químicas que pueden causar cáncer y cambios en otras hormonas debido al trabajar en el turno de la noche, también pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama.
Primeros síntomas del cáncer de mama
Los signos de advertencia del cáncer de mama pueden ser distintos en cada persona. Algunas personas no tienen ningún tipo de signos o síntomas. El primer síntoma más frecuente suele ser la aparición de un nódulo o bulto palpable en la mama. Este no suele ser doloroso o molesto, por lo que solo puede ser detectado mediante una autoexploración o mediante un examen médico. Por otro lado, y según se multiplican las células cancerígenas, nos encontramos con otros síntomas más visibles que deberían dar la señal de alarma:
- Retracción del pezón.
- Un bulto nuevo en la mama o la axila (debajo del brazo).
- Aumento del grosor o hinchazón de una parte de la mama.
- Irritación, cambios en la coloración o hundimientos en la piel de la mama.
- Enrojecimiento o descamación en la zona del pezón o la mama.
- Secreción del pezón, que no sea leche, incluso de sangre.
- Cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama.
- Dolor en cualquier parte de la mama.
Debes tener en cuenta que estos signos de advertencia pueden darse con otras afecciones que no son cáncer.
Algunas de estas alteraciones también pueden ser fruto de otras patologías y no tienen por qué significar que estamos ante los primeros síntomas del cáncer de mama. No obstante, para tener una mayor tranquilidad y descartar la presencia de un posible tumor, lo ideal es acudir a un especialista en cuanto detectemos alguno de estos síntomas.
Si tienes algún signo o síntoma que te preocupe, consúltale a tu médico de inmediato.
¿Es posible prevenir este tipo de cáncer?
Al igual que ocurre con los factores de riesgo, no existen una serie de indicadores que cumplir para asegurar de forma tajante que puedes evitar el cáncer de mama. No obstante, existen algunas maneras para tratar de prevenirlo y detectarlo de la forma más precoz posible.
Por un lado, lo ideal es familiarizarte con tus pechos y realizarte autoexámenes para reconocer cualquier tipo de cambio que pueda producirse. Por otro lado, los exámenes periódicos de detección realizados por un profesional serán clave, aunque no manifiestes ninguno de los primeros síntomas de cáncer de mama.
Respecto a los factores de protección, la mayoría están relacionados con mantener unos hábitos de vida saludables: realizar ejercicio físico para evitar el sedentarismo, mantener una dieta y un peso saludable y limitar la ingesta de bebidas alcohólicas. Sin embargo, existen algunos más específicos relacionados con los factores de riesgo, como son el limitar las terapias con hormonas posmenopáusicas.
Cómo tratar los primeros síntomas del cáncer de mama
En caso de que, tras realizar un examen y llevar a cabo las pruebas pertinentes, se confirme un diagnóstico, se procederá con el tratamiento. Este dependerá mucho de cada caso concreto, pero los tratamientos han avanzado enormemente en los últimos años y se estima que tras recibir tratamiento el 82,8% de los pacientes sobreviven a la enfermedad, porcentaje que crece un 1,4% anualmente.
Dependiendo del caso, se podrá optar por uno o por la combinación de varios tratamientos, entre los que figura la cirugía, la quimioterapia, la radioterapia, la terapia dirigida o la terapia hormonal.
Si el cáncer se detecta a tiempo y en las fases más tempranas, los índices de éxito del tratamiento serán superiores. Por lo tanto, si estás dudando o experimentando cualquiera de estos síntomas, lo más recomendable será concertar una cita con tu ginecólogo.
Por nuestra parte, en HCB Hospitales contamos con los mejores profesionales de la ginecología dotados solo tecnología médica de vanguardia. Si tienes alguna duda o quieres concertar una cita, estaremos encantados de atenderte.