Actualmente, ¿existen tratamientos eficaces contra las marcas de acné?¿Cuáles son y en qué consisten? En este artículo te damos las claves para eliminar definitivamente esas marcas faciales como consecuencia del acné.
Pese a lo que dicta la creencia popular, el acné no es algo únicamente propio de la adolescencia, ya que puede desarrollarse en cualquier edad. En algunos casos, este tipo de lesiones conllevan la aparición de marcas que, pese a no ser un problema grave, pueden resultar molestas a nivel estético para la persona. Estas, además, pueden ser de varios tipos: desde manchas, hasta quistes o cicatrices atróficas.
Puede que esas marcas aparecieran hace ya bastante tiempo o que sean de reciente creación: por ello, se han desarrollado varias opciones para el tratamiento de las marcas de acné.
Por regla general, el láser se posiciona como el mejor tratamiento en estos casos y, desde HCB Hospitales, queremos contarte el por qué y cuáles son sus claves.
El primer paso, determinar el tipo de acné
Existen diferentes tipos de acné y el tratamiento aplicado a las marcas que deja podrá variar. Por regla general, podemos encontrar tres tipos bien diferenciados.
Acné común
Este tipo de acné, como su nombre indica, es el que suele aparecer con mayor frecuencia. Se caracteriza principalmente por la presencia de granos pequeños o espinillas en la cara. Estas son fruto de que el folículo piloso se obstruye con células de piel muerta o por grasa, produciendo una elevación en la piel de color rojo. De no tratarse adecuadamente, o al romperlo apretándolo, es común que se produzca una cicatriz o marca.
Acné severo
Este tipo de acné se diagnostica en los casos en que las protuberancias o elevaciones son muy numerosas y, además, bastante dolorosas cuando se las toca. En el caso del acné común el tratamiento no siempre tiene que ser necesario, pudiendo llegar a desaparecer de manera natural. Sin embargo, en el acné severo, el tratamiento será clave para evitar la aparición de marcas.
Acné rosáceo
Este acné suele ser más frecuente en mujeres que en hombres, aunque estos no están exentos de padecerlo. Habitualmente, este acné se identifica por las marcas de color rosado que aparecen en diferentes partes de la cara. Son un caso algo excepcional que hay que tratar de la manera más temprana posible, pues en caso contrario, no solo pueden producir cicatrices, sino que podrían llegar a deformar la nariz fruto de la inflación de los tejidos.
Tratamientos que existen para eliminar las marcas del acné
Existen diferentes opciones a la hora de aplicar un tratamiento a las marcas de acné, aunque en este caso, el láser se posiciona como el mejor de ellos debido a sus resultados. Como alternativas, encontramos principalmente el cuidado de la piel para prevenir su aparición. Así mismo, también existen cremas medicinales con ácido azelaico o ácidos hidroxílicos.
Por otro lado, las inyecciones de colágeno pueden rellenar las hendiduras de las cicatrices, haciendo que estas sean mucho menos pronunciadas, siendo el objetivo que pasen más desapercibidas. Es algo similar al método de inyectar toxina botulínica cerca de la cicatriz, consiguiendo que la piel de su alrededor se relaje y disimule. Respecto a esta última técnica, no es la opción más recomendable debido especialmente a que es una medida temporal que habrá que repetir de forma periódica cuando desaparezcan los efectos del Bótox.
En los casos de cicatrices más graves, también existen alternativas quirúrgicas o de dermoabrasión. No obstante, estos procedimientos podrían tener asociados ciertos efectos secundarios tales como cambios en el color de la piel o que se generen nuevas cicatrices debido al propio proceso.
Es por ello que el método que se posiciona como más recomendable en cuanto a resultado y ausencia de efectos secundarios es el tratamiento con láser, según confirman diferentes estudios clínicos.
Tratamiento de las marcas de acné con láser: ¿en qué consiste?
El tratamiento de las marcas de acné mediante láser consiste en la aplicación de un haz de luz que estimula la producción de nuevo colágeno, llegando dicha estimulación incluso a las capas más profundas de la piel y logrando una regeneración sobresaliente de la misma. Para llevar a cabo el tratamiento, el láser puede ajustarse en función del tipo de piel y de acné que debe tratarse.
La media de sesiones necesarias para alcanzar un resultado satisfactorio suele oscilar entre las cuatro o cinco, implementando un mes de descanso entre sesión y sesión. Lo habitual es que las sesiones duren en torno a los 30 minutos, pudiendo hacer vida normal tras la sesión.
Así mismo, otro aspecto positivo del tratamiento con láser es que no es un proceso doloroso. Las sesiones pueden resultar algo molestas, siendo tan solo necesaria la aplicación de crema anestésica en el que caso de que la persona así lo solicite.
Por último, y respecto a los resultados, estos serán especialmente notables a lo largo de los seis meses posteriores al tratamiento, cuando la regeneración de la piel se haya completado. No obstante, hasta llegar a este punto, será posible apreciar una mejora general a medida que se vayan produciendo las sesiones.
Si tienes alguna duda respecto al tratamiento de las marcas del acné, no dudes en consultarnos. Contamos con el mejor equipo humano y técnico y estaremos encantados de atenderte.