La Dra. Ángeles Fortea, Especialista en Otorrinolaringología de Hospital Clínica Benidorm explica qué es la pérdida de olfato y gusto (anosmia y/o hiposmia) asociada a COVID-19 o a infecciones por otros virus
Numerosos estudios internacionales apuntan a la pérdida del olfato y el gusto como un síntoma más del COVID-19. La anosmia (pérdida grave del olfato), o la hiposmia (pérdida más leve), puede aparecer como una de las primeras manifestaciones de la enfermedad en distintos grados y con distintas consecuencias. También suele ir asociada la pérdida del sabor, con dificultad para identificar el dulce, salado, ácido y amargo.
La anosmia se presenta como debut de la enfermedad, entre un 11 y un 25% de los casos COVID-19. Lo más común es que se presente después de otros síntomas como fiebre, mialgias, artralgias, dolor de garganta, dificultad respiratoria, diarrea, cefalea
Porqué el olfato y el gusto
Todavía no se sabe el mecanismo responsable de la pérdida de olfato. “No sabemos si se debe a la lesión local nasal o porque a través del bulbo olfatorio se alcanza el SISTEMA NERVIOSO CENTRAL. Alguna publicación recoge estudios en animales en los que muestran la predilección del virus SARSCOV2 con los receptores ACE2 del pulmón, que a la vez también están presentes en el epitelio nasal”, ha explicado la Dra. Ángeles Fortea.
Cómo se detecta una pérdida de olfato y en qué grados se da
La pérdida del olfato repentina debe levantar sospechas sobre un contagio por SARSCOV2. Pero hay que tener en cuenta que existen muchas causas que provocan alteraciones en el olfato: la más común es un catarro y los pacientes alérgicos también pueden presentar pérdida de olfato. La diferencia es que el catarro o la rinitis, suelen acompañarse de otros síntomas como mucosidad nasal, congestión o taponamiento nasal.
En el COVID-19 se ha puesto de manifiesto que la pérdida total o parcial del olfato va acompañada de la pérdida del gusto o sabor (alteración en la dificultad de reconocer los sabores dulce, salado, ácido o amargo), ya que el sabor es la combinación de los dos sentidos, el olfato y el gusto.
Todavía quedan muchas preguntas por resolver dado que “en el momento actual, los estudios todavía no son muy exhaustivos, porque los pacientes o bien estaban asintomáticos, o presentaban formas leves o moderadas de SARSCOV2. Afortunadamente, en la mayoría de ocasiones las alteraciones del gusto y del olfato, en el caso de la COVID, se recuperan espontáneamente en semanas” ha resaltado la Dra. Fortea.
Cómo se podría tratar una pérdida del olfato
Hasta ahora, la recuperación del olfato en la COVID-19, ha sido favorable, espontánea y rápida. Pero hay muchas alteraciones del olfato transitorias y asociada a infecciones por otros virus como epstein-barr, rinovirus, gripe, incluso otros coronavirus. Por ejemplo, cuando la causa es una rinitis, un catarro o algún déficit vitamínico de algunas enfermedades sistémicas podemos recomendar tratamientos sencillos con antibióticos, corticoides o algún suplemento vitamínico.
En conclusión, es muy importante que la pérdida de olfato repentina, sin síntomas nasales, alerte hacia un posible contagio y, en consecuencia, seguir las recomendaciones sanitarias establecidas.
En cualquier caso, las personas que hayan estado infectadas por Coronavirus, o que hayan sufrido alguno de estos síntomas y pudieran haberlo pasado, deben esperar a estar recuperados y no tener síntomas relacionados y visitar al especialista en Otorrinolaringología para valorar el grado de la pérdida de olfato o gusto y ver cómo abordarlo.