¿Sabías que cada año se diagnostican 431.288 casos de cáncer de riñón? Este tipo de cáncer es el sexto tipo más común entre los varones y el noveno entre las mujeres. Conocer en qué consiste el cáncer de riñón y cuáles son sus síntomas puede ser clave a la hora de lograr una detección precoz que trate el problema lo antes posible. En este artículo te lo explicamos.
¿Qué es el cáncer de riñón?
El cáncer de riñón es una enfermedad genética (es decir, causada por cambios en los genes) que se puede producir en uno o ambos riñones. Se origina cuando las células renales comienzan a reproducirse de manera descontrolada, creando un bulto o tumor.
El cáncer de riñón es uno de los tipos de cáncer más comunes y suele comenzar en los conductos que utiliza el riñón para depurar la sangre y la orina, también conocidos como tubos renales.
Más allá del peligro que supone el propio cáncer de riñón y los síntomas que lo acompañan, existe el riesgo de que este se expanda (lo que conocemos por metástasis) por el resto del cuerpo, a partes como los pulmones, los huesos o incluso al cerebro. De ahí la importancia de detectarlo y tratarlo lo más tempranamente posible.
¿Cómo se detecta el cáncer de riñón?
El cáncer de riñón no presenta síntomas en su etapa inicial y lo habitual es que se detecte mediante pruebas rutinarias como análisis de sangre y orina y se confirme el diagnóstico mediante imágenes por resonancia magnética, tomografía computarizada o incluso mediante una biopsia.
En este sentido, se recomienda realizar análisis de sangre y orina una vez al año para comprobar el buen estado de salud de una persona. Si los resultados de estos no muestran nada anómalo, no habría motivo de preocupación.
Así mismo, los hábitos de vida saludables juegan un gran papel como factores de protección, contribuyendo a reducir el riesgo de padecer la enfermedad.
Etapas de este tipo de cáncer
El cáncer de riñón atraviesa varias etapas, diferenciadas principalmente por el tamaño del tumor y su localización. A mayor etapa, mayor gravedad tendrá la enfermedad.
- Primera etapa: el tumor mide menos de 7 cm y se localiza tan solo en el riñón.
- Segunda etapa: el tumor mide más de 7 cm y se localiza solo en el riñón.
- Tercera etapa: el tumor se ha extendido a la capa de tejido graso que recubre el riñón, a los vasos sanguíneos de este o a uno o más nódulos linfáticos cercanos.
- Cuarta etapa: el cáncer se ha extendido más allá de la zona del riñón, en otros órganos y puede haberse propagado a los nódulos linfáticos.
Cáncer de riñón y sus síntomas: aprende a reconocerlos
En un primer momento, el cáncer de riñón no presentará síntomas. Sin embargo, a medida que el tumor se hace más grande, será cuando se empiecen a manifestar los primeros signos de esta enfermedad. Entre los más comunes podemos encontrar:
- Sangre en la orina, conocida como hematuria.
- Una protuberancia o bulto en el costado o la zona baja de la espalda.
- Dolor en la zona baja de la espalda sin causa aparente.
- Cansancio, pérdida de apetito y de peso.
- Presencia de fiebre sin que la persona tenga ninguna infección conocida y que no remite.
- Anemia o falta de glóbulos rojos en sangre.
Aunque el cáncer de riñón presenta estos síntomas, la mayoría de ellos también pueden ser causados por otro tipo de problemáticas menos graves. Por ejemplo, uno de los más alarmantes para la persona será la sangre en la orina, pero esta podrá ser causada por una infección en la vejiga o por la presencia de cálculos biliares, entre otros.
Es por ello que, ante la presencia de estos síntomas, lo ideal es no alarmarse y pedir cita en la consulta de un profesional. De este modo, se podrá descartar o confirmar cualquier tipo de diagnóstico e iniciar el tratamiento oportuno.
¿Existe tratamiento para el cáncer de riñón y sus síntomas?
El tratamiento para el cáncer de riñón puede conllevar tanto tratamientos quirúrgicos como no quirúrgicos. La elección de un u otro dependerá de muchos factores como el estado de salud general, la etapa en la que se encuentre el cáncer o, incluso, las preferencias de la persona.
Lo habitual suele ser la extirpación del tumor en el riñón, pudiendo ser este el único tratamiento necesario en las etapas iniciales en las que el cáncer no se ha extendido, aunque en los casos más complicados puede que sea necesaria la extirpación completa del riñón.
Por otro lado, los tratamientos no quirúrgicos principales serán la ablación por radiofrecuencia y la crioablación. La primera consiste en insertar una aguja en el tumor para destruirlo mediante electricidad, mientras que la crioablación es la congelación de las células cancerosas mediante una sonda de metal insertada a través de una pequeña incisión.
En muchos casos, estas técnicas también se acompañarán de terapia con medicación como la quimioterapia, la inmunoterapia o la radioterapia.
De aplicarse los tratamientos en las etapas más cercanas, cuando el cáncer solo se encuentra en el riñón, las tasas de supervivencia están en torno al 93% los 5 años siguiente a detectarse. Tras este periodo, entrarán en juego otros factores como la edad, el estado de salud o la reaparición del cáncer, pero es importante señalar que, por regla general, si el cáncer es tratado a tiempo, los resultados son muy positivos para la persona.
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Si presentas alguno de los síntomas descritos y quieres descartar que se trate de algo serio, o tienes alguna pregunta con respecto al tratamiento del cáncer de riñón, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de resolver todas tus posibles dudas.