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Alergia al polen: causas y consejos para minimizar los síntomas

Alvaro de Sande |
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Con la llegada de la primavera y el aumento de las temperaturas, muchas personas comienzan a sufrir los molestos efectos de la polinosis, más conocida como alergia al polen. Se trata de una reacción alérgica que afecta a millones de personas en todo el mundo y que está directamente relacionada con la polinización de determinadas especies de plantas y árboles.

En este artículo te explicamos en qué consiste esta afección, cuáles son sus principales causas y qué medidas puedes tomar para sobrellevarla de manera más efectiva.

 

¿Qué es la polinosis?

También conocida como fiebre del heno, la polinosis es una enfermedad alérgica provocada por la inhalación de polen procedente de flores, árboles, hierbas y gramíneas. Cuando una persona alérgica entra en contacto con estas partículas, su sistema inmunológico reacciona de forma exagerada, generando una serie de síntomas molestos:

  • Estornudos frecuentes 
  • Congestión y secreción nasal 
  • Picor en nariz, ojos y garganta 
  • Lagrimeo constante 
  • Sensación de ahogo, pitidos en el pecho y tos seca (síntomas de asma que pueden aparecer o empeorar en personas asmáticas) 

Esta alergia suele ser estacional y aparece principalmente durante la primavera. Su aparición está estrechamente ligada al calendario de floración de las plantas, que varía según la región geográfica y las condiciones climáticas.

Plantas más frecuentes que provocan polinosis

La intensidad de los síntomas depende, entre otros factores, de la concentración de polen en el aire y del tipo de planta responsable. A continuación, se detallan las especies que más comúnmente provocan reacciones alérgicas:

Plátano de sombra (Platanus acerifolia)

Muy utilizado en entornos urbanos por su resistencia y rápido crecimiento. Libera una gran cantidad de polen entre finales de marzo y mediados de abril. Su polen, de gran tamaño y forma particular, facilita su entrada en las vías respiratorias y provoca reacciones intensas.

Gramíneas

Representan la causa más frecuente de polinosis en todo el mundo. Incluyen especies como el césped, hierbas silvestres, trigo, avena y cebada. Su polinización es prolongada (primavera y verano), y su polen, muy ligero, se dispersa fácilmente por el viento.

Olivo (Olea europaea)

Típico del área mediterránea, su polinización se da entre abril y junio. Debido a su amplia presencia en países como España, Italia y Grecia, afecta a una gran parte de la población.

Ciprés (Cupressus spp.)

Su polinización puede comenzar en enero y extenderse hasta marzo. Es más común en zonas con climas suaves y ha aumentado su incidencia en los últimos años.

Salsola

Planta típica de zonas áridas costeras. Su polinización puede ocurrir en primavera, finales de verano y otoño.

Parietaria

Ubicada en zonas húmedas de monte y bancales. Pertenece a la familia de las Urticaceae, y puede provocar síntomas en primavera, otoño e incluso invierno.

 

Factores que influyen en la intensidad de la polinosis

Además de la especie vegetal, otros factores pueden agravar los síntomas:

  • Altas concentraciones de polen: Días soleados, secos y ventosos favorecen su dispersión. 
  • Contaminación atmosférica: Potencia la acción alergénica del polen. 
  • Cambio climático: Aumenta la duración e intensidad de las temporadas de polinización. 

 

Consejos para reducir los síntomas de la polinosis

Aunque no se puede evitar por completo la exposición al polen, existen medidas que pueden ayudarte a reducir su impacto:

Tratamiento médico

  • Consulta a un alergólogo para realizar pruebas de sensibilización. 
  • El tratamiento puede incluir antihistamínicos, corticoides nasales o inmunoterapia específica. Esta última busca una solución a largo plazo. 

Durante el día

  • Evita salir entre las 6:00 y las 10:00 h y al atardecer. 
  • Usa gafas de sol envolventes y mascarilla FFP2 si los niveles de polen son elevados. 
  • Conduce con las ventanillas cerradas. 

En casa

  • Mantén las ventanas cerradas durante las horas críticas. 
  • Usa purificadores de aire. 
  • Limpia con frecuencia para evitar la acumulación de polen. 

Higiene personal

  • Dúchate al llegar a casa y cambia de ropa. 
  • Lava ojos y fosas nasales con suero fisiológico. 

Conclusión

La polinosis es una afección muy común que puede afectar seriamente la calidad de vida. Informarse sobre los periodos de polinización, identificar los factores desencadenantes y aplicar medidas preventivas son claves para reducir su impacto.

La prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado pueden hacer que las estaciones más problemáticas sean mucho más llevaderas. Para más información, puedes contactar con el servicio de Alergología de HCB Hospitales.

 

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