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Ejercicio físico y alergia al polen: consejos para mantenerse activo de forma segura

Alvaro de Sande |
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¿Es compatible hacer ejercicio físico siendo alérgico al polen? La respuesta es sí, pero tomando las precauciones necesarias para mantenernos activos de la manera más cómoda y segura posible.

Sabemos que el ejercicio físico es una piedra angular para mantener un estilo de vida saludable. Sin embargo, para aquellas personas que sufren de alergia al polen, puede resultar complicado en ocasiones al provocar problemas respiratorios, especialmente durante la temporada de alta polinización, que pueden extenderse desde finales del invierno a principios del verano.

En este artículo te contamos consejos prácticos y claves para realizar ejercicio al aire libre de forma segura, haciendo hincapié en cómo minimizar la exposición a los alérgenos y manejar los síntomas de la manera más efectiva.

 

¿Qué provoca la alergia al polen?

La alergia al polen es el resultado de una reacción anormal de nuestro sistema inmunitario, en el que se reconocen proteínas específicas del polen como invasoras, desencadenando una respuesta de hipersensibilidad que ocasiona síntomas respiratorios como conjuntivitis (lagrimeo, picor y ojo rojo), rinitis (mucosidad nasal transparente, estornudos, congestión), y hasta en un 40% de las ocasiones también síntomas de asma (ahogo, tos, pitidos y presión en el pecho). Estos síntomas por tanto pueden afectar negativamente tanto a la calidad de vida como al rendimiento atlético.

Estas proteínas específicas del polen son conocidas como alérgenos. La alergia más frecuente en España es al polen de gramíneas, seguido de árboles como el olivo, ciprés, plátano de sombra y malezas como la Salsola y la Parietaria. No obstante, esto varía en función del área geográfica y la época del año.

Las personas que sufren de polinosis suelen empeorar típicamente en días soleados y de viento, mejorando en los días de lluvia.

 

Consejos para reducir la exposición al polen

Elegir el momento adecuado cada día para hacer deporte, evitando las primeras horas del día y al atardecer: Los niveles de polen alcanzan su pico máximo influenciados por la luz solar y la temperatura. Por la mañana, el aumento de la luz y el calor estimulan la liberación de polen, mientras que, al atardecer, el enfriamiento del aire hace que el polen que ha sido llevado alto en la atmósfera durante el día descienda nuevamente, aumentando su concentración a nivel del suelo.

Inmediatamente después de llover también puede ser una buena oportunidad para realizar deporte. Aunque es importante destacar que, aunque la lluvia reduce temporalmente los niveles de polen en el aire, el efecto puede ser de corta duración. Después de un período de lluvia, especialmente cuando sigue un día soleado y ventoso, los niveles de polen pueden aumentar rápidamente a medida que las plantas reanudan su liberación de polen al ambiente.

Informarse sobre los Niveles de Polen: Herramientas online como la que ofrece la SEAIC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica) y aplicaciones para dispositivos móviles pueden proveer información actualizada sobre los niveles de polen.

Lugar para el Ejercicio: Elegir horarios cuando los niveles de polen son menores y preferir lugares con menor vegetación puede ayudar a reducir la exposición. En este sentido, es preferible optar por lugares alejados de zonas con vegetación en áreas rurales o grandes parques en las grandes ciudades, donde es frecuente la presencia del plátano de sombra, uno de los árboles que más afecta a los alérgicos al polen.

Usar Ropa y Equipamiento Apropiado: Gafas de sol para proteger los ojos e incluso máscaras faciales para filtrar alérgenos pueden ser de gran ayuda en casos extremos.

También es crucial cambiar de ropa y ducharse después de ejercitarse para eliminar el polen.

 

Manejar los síntomas de la alergia al polen

Acudir a un especialista en Alergología para realizar pruebas de alergia y poder obtener un diagnóstico y saber qué polen (o pólenes) son los responsables de su sintomatología, y qué medidas debe adoptar para evitarlos según el calendario polínico. De esta forma, el alergólogo instaurará un tratamiento individualizado, dependiendo de cada caso.

Uso de medicación para el alivio de síntomas: según cada caso y a criterio del alergólogo, se recomendarán distintos tratamientos como antihistamínicos orales, sprays nasales y colirios, así como inhaladores en el caso de pacientes asmáticos. También se recomienda empezar a tratar los síntomas de forma temprana antes de que estos sean más intensos.

Mantener una buena hidratación y nutrición: Una dieta rica en frutas y verduras, junto con una hidratación adecuada, puede fortalecer el sistema inmunológico.

 

Alternativas de ejercicio en días de altos niveles de polen

En los días con mayores niveles de polen en el aire, una alternativa puede ser realizar ejercicio físico en interiores como el gimnasio, clases de yoga, o natación en piscinas cubiertas. Se debe ajustar la intensidad del entrenamiento de acuerdo con las condiciones ambientales y la intensidad de los síntomas que presente.

 

Equilibrar la necesidad de actividad física con la protección

Mantenerse activo con alergia al polen requiere una planificación cuidadosa y un enfoque determinado para gestionar la exposición a los alérgenos. Al tomar medidas para minimizar la exposición al polen, manejar los síntomas de manera efectiva, y elegir alternativas seguras de ejercicio, las personas con alergia al polen pueden continuar disfrutando de los beneficios del deporte. La clave es equilibrar la necesidad de actividad física con la necesidad de protegerse contra la exposición a alérgenos, asegurando así tanto la salud física como el bienestar general.

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