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Deshidratación: ¿cuáles son sus principales síntomas y cómo evitarla este verano?

Deshidratación: ¿cuáles son sus principales síntomas y cómo evitarla este verano?

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Mantener una correcta hidratación durante todo el año es clave para que el cuerpo pueda seguir desarrollando las funciones vitales en óptimas condiciones y evitar la deshidratación. Sin embargo, este es un aspecto del cuidado personal que solemos pasar por alto y para el que asumimos que “si no tenemos sed estamos bien hidratados”. No obstante, la deshidratación tiene síntomas que se presentan de múltiples maneras y pueden conllevar problemas graves para la salud.
Es un problema que afecta especialmente a niños y a personas de la tercera edad y, dado que el 26 de julio se celebra el día de los abuelos, desde HCB hospitales creemos que no hay mejor manera de celebrarlo que aprendiendo a cuidar de los que más te importan. Por ello, en este artículo vamos a ver las claves para evitar la deshidratación y no tener que experimentar ninguno de sus síntomas.

¿Qué es la deshidratación y cuáles son sus síntomas?

El primer paso para combatir la deshidratación y sus síntomas es conocer en qué consisten. La deshidratación ocurre cuando la cantidad de líquido que consume o pierde nuestro organismo es mayor a la que se ingiere, haciendo que el cuerpo no tenga agua o fluidos suficientes para funcionar. Si el proceso de pérdida de líquidos se mantiene sin que estos se repongan, se llega al estado de deshidratación.

Además de por una temperatura elevada que aumenta la sudoración, la deshidratación también se puede producir mediante un proceso de diarrea o vómitos, lo que suele ser más común en niños. De hecho, según las cifras, la diarrea aguda se posiciona como la primera causa de deshidratación en el mundo con mil millones de episodios anuales en el grupo de menores de edad.

Por otro lado, respecto a los ancianos, su riesgo se ve incrementado especialmente debido a que el volumen de agua que retienen en el cuerpo es menor. Así mismo, en muchos casos, el riesgo se ve incrementado aún más en este colectivo debido al uso de medicación o a la presencia de patologías que facilitan el proceso de deshidratación. Por lo que es especialmente importante cuidar la hidratación en estas dos franjas de edad.

No obstante, esto no implica que una persona adulta sana no pueda sufrir deshidratación. La hidratación en días calurosos, y en especial si se está practicando deporte de forma intensa, es clave.

Síntomas de la deshidratación

Respecto a los síntomas de la deshidratación, estos pueden variar en función de la edad. Como hemos mencionado, la sed no tiene por qué ser una de las señales, pues en el caso de las personas mayores es frecuente que no sientan sed hasta estar deshidratadas. Por ello, lo ideal es ingerir agua de forma regular cuando hace calor o se está enfermo. En cuanto a los signos y síntomas más frecuentes, podemos encontrar:

  • Sensación de fatiga.
  • Confusión.
  • Micción menos frecuente y con un color oscuro.
  • Sensación de mareo.
  • Experimentar una sed excesiva.
  • Tener la piel y mucosa secas.
  • Pérdida de apetito

¿Cómo prevenir la deshidratación?

Para prevenir la deshidratación y sus síntomas, lo ideal es consumir líquido de manera regular, así como alimentos ricos en agua, tales como frutas o vegetales. Recuerda que, aunque la sed puede ser un buen indicativo para marcar la cantidad de agua en adultos saludables, esta no será tan efectiva en las personas mayores. En este último caso habrá que estar más atentos a la cantidad de líquidos que hayan consumido y valorar si estos son suficientes. Por otro lado, además del calor, existen otras situaciones frecuentes en las que conviene extremar las precauciones en cuanto al nivel de hidratación:

  • Si vas a participar en una competición deportiva, conviene que comiences a hidratarte bien incluso el día de antes. Producir una cantidad de orina clara y diluida será señal de que estás bien hidratado. Así mismo, durante la competición debe beberse agua de manera regular, en intervalos de 20 minutos aproximadamente, e incluso se puede recurrir a geles o bebidas isotónicas si el ejercicio va a ser muy intenso o de larga duración.
  • Durante el verano es frecuente comer fuera de casa y eso puede llevar a problemas estomacales como los vómitos o la diarrea. En estos casos, lo ideal es comenzar el proceso de hidratación desde un principio, sin esperar a que aparezca alguno de los síntomas de la deshidratación antes mencionados.
  • Si te vas de vacaciones a un lugar frío, no pienses que estás exento de sufrir deshidratación. En ambientes muy secos y en especial a grandes alturas, se pierde mucha humedad debida al aire seco. Por eso, tanto en climas cálidos y húmedos, como fríos y secos, no olvides mantenerte bien hidratado.

¿Cuándo debo acudir al médico?

Es importante saber que la deshidratación y sus síntomas son tratables mediante la ingesta de líquidos en sus primeras fases, no obstante, si la deshidratación ha llegado a un punto grave, deberá acudirse a un profesional. Algunos de los signos para saber que es momento de acudir al médico son tener diarrea durante más de 24 horas, no poder retener líquido, presencia de sangre en heces o que estas sean muy oscuras y/o encontrase desorientado y más somnoliento de lo habitual.

Tratada a tiempo, las secuelas de la deshidratación, aunque esta haya sido grave, no deberían ser severas para el organismo, siendo el proceso de recuperación relativamente rápido.

 

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