Actualmente, diversos informes sobre sobrepeso y obesidad presentan datos muy preocupantes. Son cifras realmente impactantes: según el nuevo informe del Atlas Mundial de Obesidad de la Federación Mundial de Obesidad, se estima que el 51% de la población mundial sufrirá sobrepeso u obesidad en 2035.
Datos más específicos en relación a Europa como los ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), exponían que en el continente ambos problemas ya han alcanzado proporciones epidémicas y que casi el 60% de los adultos sufre alguno de ellos. En el caso de los niños con edad escolar, la proporción es de 1 de cada 3. Concretamente en España, un 14,2% de niños y jóvenes padece obesidad, una de las tasas más altas de toda Europa.
Ambos problemas tienen solución, incluso si han derivado en el desarrollo de enfermedades secundarias es posible tratarlas y revertir o controlar la situación.
¿Qué causa el sobrepeso y la obesidad?
La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas.
A nivel mundial vemos cómo se ha aumentado la ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en grasa mientras se producía un descenso en la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización.
Diferencia entre obesidad y sobrepeso
Una noticia positiva ante estas inquietantes cifras es que la concienciación sobre una forma de vida saludable está cada vez más extendida. Esto motiva a mucha gente a preguntarse: ¿tengo sobrepeso?, ¿tengo obesidad?, ¿necesito ayuda de un especialista?
Lo primero de todo es hacer una correcta distinción entre ambos términos, dado que no es lo mismo sobrepeso que obesidad. Para distinguirlos no deberíamos limitarnos al peso de la persona, ya que hay diferentes factores que influyen en el diagnóstico.
Por estos motivos, la diferenciación se establece en base al Índice de Masa Corporal (IMC), que depende del peso y la altura del paciente. De esta forma, si el IMC de una persona es de 25 o superior, se establece que tiene sobrepeso. Si el IMC es de 30 o superior, entonces se diagnostica obesidad.
Incluso distinguimos 3 niveles de obesidad, cada uno de mayor riesgo para la salud que otro:
- Obesidad de clase 1: IMC de 30 a 34.9.
- Obesidad de clase 2: IMC de 35 a 39.9.
- Obesidad de clase 3: IMC de 40 o superior.
Por lo general, un caso de sobrepeso puede afrontarse con éxito en base a un óptimo tratamiento de nutrición y dietética. Incluso también es posible establecer correcciones nutricionales en pacientes con obesidad de clase 1 y 2.
Hasta 2022 se indicaba cirugía bariátrica en pacientes con IMC de 35 y enfermedades asociadas como la hipertensión o la diabetes, o con un IMC mayor o igual a 40 aunque no padeciesen ninguna enfermedad.
Actualmente, debido a la gravedad de las enfermedades que la obesidad implica, y la mejora en el perfil de seguridad de este tipo de intervenciones, la Federación Internacional de Cirugía de la Obesidad y las Enfermedades Metabólicas (IFSO) y la Sociedad Americana para la Cirugía Bariátrica y Metabólica (ASMBS) recomienda la cirugía de forma más precoz:
- A los individuos con IMC ≥ 35 kg/m2, independientemente de la presencia, ausencia o severidad de las comorbilidades.
- A pacientes con DM2 e IMC ≥ 30 kg/m2.
- A pacientes con IMC 30 – 35 kg/m2 que no alcancen una pérdida de peso suficiente o mantenida, o mejoría de sus comorbilidades, tras tratamientos no quirúrgicos.
Por descontado, estos son datos generales, no fórmulas científicas. Es imprescindible un diagnóstico personalizado para cada paciente, con el que identificar el origen del sobrepeso o de la obesidad, la situación actual de su salud y las diferentes opciones con o sin intervención quirúrgica compatibles con cada caso concreto.
Consecuencias de sufrir obesidad y sobrepeso
Las consecuencias de sufrir obesidad y sobrepeso son numerosas y muchas de ellas de alto riesgo para los pacientes. Estas son algunas de las más importantes:
Diabetes de tipo 2
La obesidad es el principal factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2. Consiste en una elevación de los niveles de glucosa en sangre, que puede derivar a otros problemas de gravedad como enfermedades cardíacas, ceguera, daño renal, amputaciones y accidentes cerebrovasculares.
Hipertensión
La asociación entre obesidad e hipertensión es de sobra conocida, provoca un incremento significativo de las cifras de presión arterial. Esta situación aumenta el sobreesfuerzo cardiaco, afecta a los vasos sanguíneos y puede terminar provocando diferentes enfermedades crónicas potencialmente mortales. Está totalmente demostrado por numerosos estudios la disminución de la hipertensión de forma paralela al descenso de peso.
Colesterol
El colesterol LDL alto, el colesterol HDL bajo o la dislipemia (tener niveles altos de triglicéridos) son problemas directamente relacionados con una deficiente nutrición, que se agravan con el sobrepeso y la obesidad.
Apnea del sueño
Se ha encontrado una relación muy estrecha entre sufrir exceso de peso y tener problemas respiratorios e incluso apnea del sueño. Este trastorno impide a la persona respirar con regularidad mientras duerme o incluso provoca que deje de respirar totalmente durante períodos de tiempo muy cortos, pero de alto riesgo, ya que disminuye el oxígeno en sangre.
Esto altera el descanso nocturno provocando somnolencia durante el día, alteraciones de la conciencia y la memoria, problemas cardiacos y respiratorios.
Cáncer
Los últimos estudios demuestran claramente la relación entre obesidad y cáncer, concretamente de tiroides, esófago, hígado, vesícula biliar, colon, riñón, páncreas, linfoma y mieloma.
Incluso recientemente, la Sociedad Americana de Oncología Clínica ha adelantado la obesidad por delante del consumo de tabaco, como factor de riesgo evitable más importante relacionado con la muerte por cáncer.
Obesidad y sobrepeso: tratamientos disponibles
Hay algo que todo paciente con sobrepeso o con obesidad debe tener en cuenta y es que su tratamiento debe ser totalmente adaptado a su salud y a sus necesidades.
En HCB Hospitales disponemos de diferentes Unidades Especializadas según las necesidades de cada paciente. Nuestra Unidad de Nutrición y Dietética de HCB colabora directamente con la Unidad de Obesidad HCB, para tratar tanto la obesidad como el sobrepeso, siempre atendiendo de forma personalizada a cada paciente.
La Unidad de Cirugía Bariátrica de HCB se encarga de estudiar cada caso concreto y elegir la estrategia terapéutica ideal para cada paciente, incluyendo desde técnicas endoscópicas hasta técnicas de cirugía mínimamente invasiva, siempre abordadas por expertos especialistas en estos procedimientos.
Desde la Unidad de Nutrición y Dietética de HCB esto implica elaborar estrategias específicas según las características de cada paciente, desde dietas hipocalóricas y pautas alimenticias a pacientes con obesidad hasta establecer la alimentación de pacientes con diabetes, problemas renales, etc.
En cirugía bariátrica también tenemos diferentes soluciones quirúrgicas, siempre con técnicas mínimamente invasivas, para minimizar los riesgos y acelerar el proceso de recuperación, como las siguientes:
- Bagua (mini bypass gástrico)
- Bypass gástrico
- Gastrectomía vertical (Reducción tubular de estómago)
- Derivación biliopancreática
Por tanto, el primer paso es acudir a un especialista del centro médico de HCB más cercano y que sea este profesional quien pueda establecer un diagnóstico y un tratamiento efectivo para tratar ese sobrepeso u obesidad, con el objetivo de alcanzar un peso saludable y de reducir al máximo el riesgo de todas las enfermedades asociadas que conlleva.