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Qué es y cómo tratar la eritrofobia

¿Qué es la eritrofobia? Todo lo que debes saber sobre el rubor facial excesivo

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La eritrofobia entra dentro del amplio rango de las fobias, es decir que es un trastorno de ansiedad que deriva en un miedo cada vez mayor hacia una situación.

En concreto, la eritrofobia es el miedo intenso a ruborizarse, a que el enrojecimiento del rostro sea constatable para los demás, evidenciando que se siente vergüenza por algo.

¿Cómo funciona la eritrofobia?

El problema que tiene esta fobia es que se retroalimenta provocando así un rubor facial excesivo, absolutamente imposible de disimular y mucho menos de frenar, lo que a su vez incrementa la ansiedad de la persona e intensifica aún más dicho rubor, en un bucle imparable.

Es decir, que sucede exactamente lo que más se teme, porque al tener miedo de darse esta situación, paradójicamente se produce.

Una situación común es que se produzca algún hecho vergonzoso, con lo que quien padece eritrofobia piensa o nota que se está ruborizando. No quiere hacerlo porque eso hará evidente que siente vergüenza.

Este pensamiento genera un estado de ansiedad porque siente que está perdiendo el control y, al no calmarse, se ruboriza todavía más hasta que llega a ser constatable en todo el rostro e incluso el cuello, las orejas y la zona superior del pecho.

Sin embargo, el síntoma de rubor facial excesivo no es el verdadero inconveniente de la eritrofobia, mucho menos la rubefacción normal, que es un proceso totalmente natural. Lo que realmente preocupa de esta fobia es el aislamiento social que es capaz de provocar en quien la padece.

Excesivo rubor facial: causas principales

Como indicamos, el rubor o sonrojo es un proceso natural vinculado a una respuesta emocional de vergüenza, culpa o nerviosismo, entre otros.

Sin embargo, el rubor facial excesivo tiene como causa la ansiedad ante la imposibilidad de controlar ese fenómeno.

A diferencia de otros problemas similares como la hiperhidrosis palmar o la axilar, que es la generación de sudor excesivo, aquí no hay un factor físico anómalo que desarrolle el efecto de sonrojamiento. Es la propia ansiedad la que provoca una respuesta del organismo.

Por tanto, las causas de desarrollar eritrofobia son psicológicas en realidad, aunque no solo derivadas de un único factor.

La ansiedad es lo que provoca un rubor en aumento, pero dicho problema deriva a su vez de la sensación de inseguridad, una baja autoestima o miedo a la crítica social. A menudo también afecta a personas hipercontroladoras, que no soportan la idea de que la tonalidad sonrojada que adquiere su piel sea algo que no pueden dominar.

Estos factores son los que desarrollan un miedo incontrolable, que provoca decisiones radicales en cuanto a las relaciones sociales de la persona que padece eritrofobia.

Consecuencias de padecer eritrofobia

A nivel físico, la eritrofobia no tiene directamente ningún efecto contraproducente en nuestro cuerpo. El sonrojamiento provocado no representa peligro alguno para nuestra salud.

De forma indirecta, la ansiedad incontrolable que puede desarrollarse cada vez con mayor intensidad en estas situaciones, sí que puede desencadenar otros problemas psicológicos, conductuales e incluso físicos.

La respuesta común de las personas que padecen eritrofobia es evitar esas situaciones incómodas que les hacen ruborizarse, en la medida de lo posible.

El problema es que esas situaciones son cada vez más numerosas, más cotidianas y más difíciles de evitar, de manera que el paciente suele reducir sus relaciones sociales, por miedo a sufrir un episodio de ansiedad en cualquier momento.

Poco a poco, el aislamiento social se va haciendo más crítico, hasta afectar a su trabajo, a su familia o a su relación sentimental si la tiene en ese momento.

Eritrofobia: tratamientos recomendables

Si bien hemos dicho que la hiperhidrosis se diferencia de la eritrofobia por tener justificación física, como en ella aquí también hay tratamientos que pueden servir para que no se produzcan estas situaciones.

Por lo general, el diagnóstico incluye fármacos relacionados con el control de la ansiedad, desde ansiolíticos hasta antidepresivos o betabloqueantes, entre otros.

No obstante, el tratamiento principal se basa en terapia psicológica. Ruborizarse es algo completamente normal, por lo que hay que conseguir que ese estado no genere ningún tipo de ansiedad en el paciente.

En HCB Hospitales cuentas con una Unidad de Psicología formada por profesionales especializados en ofrecer a los pacientes las terapias adecuadas a sus problemas personales.

Por lo general, el objetivo de un tratamiento psicológico es motivar al paciente a desarrollar su potencial, reforzar sus cualidades positivas y alcanzar el equilibrio y el bienestar.

Más concretamente para alguien que sufre eritrofobia, la terapia psicológica se enfoca a conocer el origen y a aprender a regular las emociones relacionadas con interacciones sociales, ganar seguridad, confianza y modificar los pensamientos negativos sobre la rubefacción.

Por descontado, todo ello debe hacerse de forma completamente personalizada a las necesidades y características de cada paciente. Por lo que si crees que tienes un problema de eritrofobia, acude al centro HCB Hospitales más cercano y solicita la ayuda que pueden darte nuestros expertos.

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