El Servicio de Dermatología de Hospital Clínica Benidorm se suma al Día Europeo de la Prevención contra el Cáncer de Piel con una especial llamada a la prevención del cáncer cutáneo (melanoma y no melanoma). Desde el servicio se difunde información sobre prevención, factores de riesgo y diagnóstico precoz que, una vez más, demuestra ser el mejor tratamiento.
Evitar el cáncer de piel puede parecer sencillo, ya que sus primeros signos son muy visibles y permiten una detección precoz y porque el principal factor de riesgo es la exposición al sol, que puede controlarse.
Por eso, es conveniente seguir una serie de recomendaciones para prevenir el Cáncer de Piel (melanoma y no melanoma):
- Evitar la irradiación ultravioleta excesiva, tanto solar como artificial (cabinas de rayos UVA) y, sobretodo, las quemaduras solares.
- Proteger la piel cuando estamos expuestos al sol con gafas de sol, gorro, sombrillas y cremas de fotoprotección solar.
- Utilizar una crema de protección con un índice de protección entre 30 y 50, aplicándolo media hora antes de la exposición solar y renovando la aplicación cada 2 horas.
- Se puede aumentar la fotoprotección con productos fotoprotectores orales pero sin dejar de poner cremas con factor de protección alto.
- Exposición solar moderada y progresiva, sin que se produzcan rojeces o quemaduras, en horas que NO se comprendan entre las 12 de la mañana y las 4 de la tarde.
- No exponer al sol a niños menores de 15 meses.
- Enseñar a los niños a protegerse del sol.
- Cuidado con las superficies reflectoras: nieve, arena y agua que reflejan los rayos solares.
- La radiación ultravioleta llega a nuestra piel a través de las nubes, los cristales, debajo de una sombrilla y cuando vamos por la sombra.
- Se recomiendan revisiones dermatológicas anuales, antes si se aprecian cambios o lesiones nuevas.
Factores de riesgo
Existen otros factores que aumentan el riesgo de sufrir cáncer de piel y que es necesario tener en cuenta para seguir con mayor precisión las recomendaciones mencionadas y llevar controles dermatológicos con el especialista con mayor frecuencia.
- Fototipos claros I y II.
- Pieles con múltiples lunares, sobre todo más de 50.
- Lunares atípicos o de apariencia irregular.
- Historia familiar de melanoma.
- Antecedentes personales de melanoma.
- Quemaduras solares sobre todo en la infancia.
ABCD. Detección precoz
Como en muchas ocasiones, la detección precoz es la mejor forma de prevención. En este caso, es fundamental que las personas con lunares (la mayoría son benignos, pero hay algunos que por su forma, color, tamaño o síntomas requieren de más vigilancia) pueden controlarlos con ayuda de la regla ABCD de los lunares, un sistema de autoexploración reconocido internacionalmente:
- Asimetría: si al dividir el lunar con una línea por la mitad, una mitad es diferente de la otra.
- Bordes: cuando el borde del lunar es irregular o está mal definido y cuesta dibujar los bordes con una línea.
- Color: si observa distintos colores dentro del lunar, en lugar de un color uniforme. Los lunares malignos suelen tener varios colores, entre ellos gris, blanco, azul e incluso rojo.
- Diámetro: si el lunar mide más de 6 mm
- Evolución: el lunar cambia rápidamente de tamaño, de color o de volumen.
El Servicio de Dermatología de HCB recomienda que “si los lunares cumplen con alguno de los criterios del ABCDE, han podido experimentar algún cambio reciente o se descubre un lunar completamente diferente del resto de lunares, es aconsejable visitar al Dermatólogo, para realizar una exploración y análisis clínico ayudado por la dermatoscopia para descartar cáncer de piel (melanoma y no melanoma) o para aplicar un tratamiento a tiempo.