Con total seguridad en algún momento de tu vida has tenido que hacer uso de los antibióticos. Estos medicamentos constituyen un arma importante frente a las bacterias que causan infecciones, sin embargo, su uso inadecuado durante años previos ha conllevado a que en la actualidad la resistencia a estos medicamentos sea uno de los principales problemas de salud pública a nivel mundial.
Actualmente nos encontramos en un punto de quiebre en el que es necesario que todos tomemos conciencia en cómo podemos actuar para evitar que la resistencia a los antibióticos siga en aumento de forma que garanticemos que estos medicamentos que salvan vidas estén disponibles para todos y para las futuras generaciones cuando los necesitemos.
Aunque cueste creerlo, está en nuestras manos que los antibióticos sigan cumpliendo su función y salvando vidas. A continuación te dejamos algunas medidas para usar los antibióticos de forma adecuada:
1.Toma antibióticos SOLO si los necesitas. Los antibióticos NO son la cura para todo.
Los antibióticos SOLO tratan infecciones causadas por bacterias, NO son eficaces contra resfriados, gripe, COVID-19 o cualquier otro virus. NO alivian el dolor o la fiebre.
¡Recuerde! Los antibióticos no lo ayudarán si no los necesita y sus efectos secundarios incluso podrían hacerle daño. NO tome medicaciones innecesarias.
2. NO te auto diagnostiques. NO te automediques.
Automedicarse nunca es una buena idea. Aunque crea reconocer la enfermedad NO decida como tratarse, acude al médico para valoración. De considerarlo necesario el médico le indicará tratamiento antibiótico. De igual forma, NO tome antibióticos sobrantes de tratamientos previos, cada proceso infeccioso es único, tenga presente que todos los antibióticos son y actúan de forma diferente.
3. Toma los antibióticos exactamente como te los recetaron.
El buen uso de los antibióticos implica seguir a rajatabla todas las pautas del médico respecto al tratamiento que le han indicado, esto implica la dosis, los horarios de toma y la duración del tratamiento. Estas indicaciones no son universales y tienen en cuenta factores como el peso, la edad y los antecedentes personales de cada enfermo.
¡Recuerda! Antes de empezar el tratamiento, asegúrate de tener clara la duración (¿cuántos días debo tomar el antibiótico?), dosis (¿cuál es la dosis?), y horario (¿cuántas veces al día debo tomarlo?).
4. NO te saltes ninguna dosis.
Para que los antibióticos puedan eliminar las bacterias que generan una infección es necesario mantener una concentración adecuada del antibiótico en el cuerpo de forma constante durante un tiempo establecido. Al saltar una o varias dosis se corre el riesgo de que los niveles en sangre y en tejidos sean inferiores a aquellos en los que sí que ejerce su efecto beneficioso eliminado las bacterias.
5. NO suspendas el tratamiento antes de lo indicado.
Uno de los peores usos que se puede dar a los antibióticos es empezar un tratamiento y no terminarlo. Puede parecer que cuando uno se encuentra mejor ya no es necesario seguir con la toma, sin embargo, aunque no lo note siguen quedando bacterias en tu cuerpo que poco a poco irán desarrollando resistencia al fármaco si no se eliminan por completo. Por ello, complete siempre el tratamiento con antibióticos durante el tiempo establecido por su médico, independientemente de si hayan cesado los síntomas.
6. NO compartas los antibióticos con otras personas.
NO tome los antibióticos que le hayan recetado a otra persona. ¡Recuerde! Cada proceso infeccioso es único, tenga presente que todos los antibióticos son y actúan de forma diferente. El no acudir para valoración médica y elección de antibiótico adecuado según infección podría demorar el mejor tratamiento para usted. Una inadecuada elección de un fármaco puede enfermarlo más o provocar el desarrollo de efectos secundarios.
7. Estate atento ante cualquier efecto secundario. Acude a tu centro de salud si es necesario.
Pese a que los antibióticos se cuentan entre los tipos de medicamentos más seguros que se han desarrollado, es imposible que no existan efectos secundarios durante su uso. Los efectos secundarios comunes pueden incluir: sarpullido, mareos, náuseas, diarrea, infecciones por hongos. Los efectos secundarios más graves pueden incluir la infección por Clostridium difficile (que causa diarrea grave, la cual puede dañar gravemente el colon y provocar la muerte) y reacciones alérgicas graves y potencialmente mortales, como sibilancias, ronchas, dificultad para respirar y anafilaxia.
Ante cualquier duda, falta de información o reacción no esperada asociada al tratamiento, debe consultarse al médico o al farmacéutico. Si durante el tratamiento aparece alguna reacción adversa hay que dirigirse al centro médico más cercano.
8. Compra los antibióticos en farmacias y centros autorizados.
Pese a que el comercio de medicamentos y fármacos por internet está en auge, a la hora de adquirir medicamentos lo más seguro será hacerlo en puntos habilitados para ello y mediante la presentación de una receta médica. De comprar en centros no autorizados podría estar adquiriendo un producto que, en el mejor de los casos, pueda ser falso, no tenga ningún efecto y, en el peor de los casos sea tóxico y dañino para su organismo.
9. Nunca tires los antibióticos a la basura de casa. NO guardes restos de antibióticos en casa para usarlos en el futuro.
Ya sea por caducidad o por haber concluido un tratamiento, deseche los antibióticos en el punto SIGRE disponible en todas las farmacias; de esta manera evitará que su principio activo acabe en vertederos o en zonas que favorezcan que las bacterias generen resistencias.
10. En el embarazo y lactancia, usa los antibióticos con precaución.
Comunique a su médico si está embarazada o sospecha de embarazo; así como si está en periodo de lactancia de tal forma que se realice una correcta prescripción de antibiótico si corresponde. ¡Recuerde! El principio activo del antibiótico puede llegar al embrión a través de la placenta o al infante a través de la leche materna.
11. Prevenir antes que curar. Mantenerse sano y mantener sano a los demás:
Si quiere evitar cualquier tipo de resistencia bacteriana y hacer un buen uso de los antibióticos, lo ideal será prevenir las infecciones bacterianas.¡Recuerde!
- Lavarse la manos con agua y jabón por al menos 20 segundos o use un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol.
- Cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable cuando tosas o estornudes.
- Quédate en casa cuando estés enfermo.
- Mantén tu calendario de vacunación al día (vacuna gripe, COVID-19, etc).
En HCB Hospitales estamos comprometidos con tu salud. Si tienes algún problema o sientes que podemos ayudarte en cualquier área relacionada con tu salud o la de algún familiar, no dudes en consultarnos, estaremos encantados de ayudarte y responder todas tus dudas.